Esos templos y esas iglesias en consecuencia, son parte de esa personalidad e historia y como tales, una pieza indivisible de la evolución de nuestra ciudad y su pueblo.

Los innumerables incendios que aquejaron a la urbe evitaron que lleguen a nuestro tiempo las antiguas estructuras coloniales con sus maravillosas pinturas y ornamentos; sus altares, imágenes y crucifijos fueron pasto de las llamas, por lo cual nuestra ciudad en la actualidad ostenta un conjunto de iglesias cuya modernidad contrasta con los cánones clásicos que aún se utilizan para dar forma a sus interiores.

El presente libro es una magistral recopilación de esos interiores en donde no solo se observa su belleza estética, sino que se percibe el misticismo de su atmósfera que es el verdadero valor perseguido a través del tiempo por los diseñadores de la cristiandad.

Pocos libros como «Recorridos de Fe» he visto y digo pocos, porque nadie como Andrés Ochoa ha sabido capturar con el lente ese factor invisible que poseen los ambientes que conforman nuestras iglesias. El lector que tenga en sus manos este libro podrá observar que no hay un ápice de exageración en lo que aquí se asevera.

Arq. Melvin Hoyos Galarza, Miembro de Número de Academia Nacional de Historia